En los últimos años, el debate sobre el consumo de cannabis ha crecido, avivado por su legalización en distintos países como Alemania.
En España, el Ministerio de Sanidad ha ampliado su uso medicinal a nuevos tipos de enfermedades de manera reciente, incluyendo casos de esclerosis, epilepsia, dolores crónicos o cáncer.
Paralelamente, la diabetes se ha convertido en uno de los grandes retos de salud pública del siglo XXI y va en aumento a nivel mundial. Factores como la obesidad, el sedentarismo o los hábitos alimenticios poco saludables son determinantes para padecer esta patología, pero los expertos se preguntan: ¿puede el consumo de cannabis causar diabetes?
Los estudios son limitados y contradictorios. Algunos sugieren que beneficios y otros indican un mayor riesgo de diabetes tipo 2 con el uso de cannabis. Una investigación española pionera sugirió en 2022 que compuestos de la planta de cannabis, como el CBD (canabidiol) —que no produce efectos psicoactivos como la marihuana— podrían mejorar la sensibilidad a la insulina y dar lugar a nuevos fármacos para la diabetes tipo 1.
Ahora, un nuevo ‘megaestudio’ presentado en el Congreso Anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) 2025, celebrado en Viena, quiere poner punto final al debate. Sus resultados aportan nuevos datos relevantes: las personas que consumen cannabis tienen hasta cuatro veces más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 en comparación con quienes no lo consumen.