Un artículo publicado en Archives of Microbiology informó que dos hongos endófitos de la Cannabis sativa mostraron actividad antidiabética en pruebas in vitro.
El dato que circuló en medios cannábicos especializados con titulares que sugieren una cura, pero los ensayos bioquímicos están lejos de un medicamento.
Cuando la palabra “hongo” aparece junto al cannabis suele encender las alertas: moho en los cogollos, micotoxinas y riesgos respiratorios, especialmente al fumar o vaporizar. Y esta preocupación está bien documentada, como la que se expresa en la revisión publicada en Frontiers in Microbiology que describe que el micobioma del cannabis reúne numerosas especies y que algunas pueden producir toxinas o causar infecciones en personas inmunocomprometidas. Pero el micobioma también incluye los endófitos que son organismos que viven dentro de las raíces, tallos u hojas sin síntomas visibles y que fabrican metabolitos con posibles usos farmacológicos.
En el estudio, se aislaron 56 hongos desde distintos tejidos del cannabis y se prepararon extractos con acetato de etilo. Después, en el laboratorio, probaron esos extractos en cuatro “puntos clave” relacionados con la diabetes tipo 2: dos enzimas que convierten almidón en azúcar (amilasa y glucosidasa), una proteína que afecta hormonas vinculadas a la insulina (DPP‑IV) y una enzima que ayuda a digerir grasas (lipasa pancreática). El resultado determinó que dos hongos destacaron por su potencia (con dosis bajas ya reducían mucho la actividad de esas enzimas) y los identificaron como Aspergillus micronesiensis y Nodulisporium verrucosum.
Fuente: canamo.net
