La Medical Cannabis Clinicians Society (MCCS) publicó una guía de buenas prácticas para estandarizar la prescripción de cannabis con fines médicos.
El documento introduce criterios de revisión por pares para dosis altas, recomendaciones de dosificación y orientaciones terminológicas para reforzar la seguridad y la coherencia.
La legalización del cannabis medicinal en 2018 abrió la puerta a un acceso limitado en el sistema público, mientras que el grueso de las prescripciones se concentra en clínicas privadas.
Según la propia MCCS, desde entonces unas 75.000 personas han recibido tratamiento, con alrededor de 160 prescriptores activos en unas 40 clínicas. La Care Quality Commission (CQC) ha señalado en su informe anual 2024 áreas de preocupación sobre la gobernanza y el cumplimiento en el sector independiente, lo que alimentó la demanda de estándares más claros.
La nueva edición del Good Practice Guide de la MCCS aborda varios vacíos. Por un lado, establece que cualquier prescripción que supere los 2 gramos diarios de flor o productos con más del 25% de THC debería pasar por un proceso de aprobación por pares antes de emitirse. La guía subraya que estas dosis no deben indicarse de inicio, sino escalarse de manera lenta y documentada, advirtiendo que no corresponde al paciente exigir un producto específico ya que la elección debe ser resultado de una discusión clínica justificada.
