El gobernador de Texas, Greg Abbott, vetó un proyecto de ley que habría prohibido productos recreativos de THC derivados del cáñamo, dejando abierto un vacío legal que ha permitido a las tiendas vender comestibles, cigarros y bebidas que generan un efecto similar al de la marihuana.
Abbott vetó la medida aproximadamente media hora antes de un plazo límite que habría permitido que se convirtiera en ley sin su firma. Según explicó, el proyecto de ley era “bien intencionado”, pero sufría de defectos que dificultarían su aplicación. Además, convocó a una sesión legislativa especial que comenzará el 21 de julio e incluyó regulaciones sobre el THC en la agenda.
Aunque la marihuana es ilegal en Texas, cientos de tiendas en todo el estado venden productos con THC, la molécula psicoactiva de la planta de cannabis. Estas tiendas operan dentro de un marco regulatorio ambiguo en torno al cáñamo, una planta de cannabis con bajo contenido de THC que fue legalizada como parte de la Ley Agrícola de 2018. Los fabricantes han creado productos derivados del cáñamo con derivados de THC presentes en la planta para provocar efectos psicoactivos en los consumidores.