La Casa Blanca firmó una orden ejecutiva para acelerar el proceso de reclasificación del cannabis hacia la Lista III y ampliar el marco de investigación clínica.
En paralelo, el texto empuja una hoja de ruta regulatoria para productos de CBD de espectro completo derivados del cáñamo. El mercado de uso adulto, sin embargo, sigue atrapado en la contradicción entre leyes estatales y prohibición federal.
La orden, publicada por la Casa Blanca bajo el título Increasing Medical Marijuana and Cannabidiol Research, le pide al fiscal general “tomar todas las medidas necesarias” para completar “de manera expeditiva” el procedimiento de reclasificación hacia la Lista III, conforme a la ley federal. Este es un punto clave y, por lo mismo, conviene evitar confusiones ya que no es la anhelada legalización federal que parte de la industria reclama, ni un cambio automático, solo una instrucción política para acelerar una maquinaria administrativa que ya estaba en marcha.
En el propio texto, la Casa Blanca repasa el camino recorrido que inicia con una recomendación del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) en 2023 para ubicar el cannabis en Lista III, un proyecto de regla del Departamento de Justicia en mayo de 2024 y un expediente que acumuló decenas de miles de comentarios públicos, hoy todavía atravesado por instancias administrativas.
La Lista III del Control de Sustancias (CSA) sería, en términos federales, el eslabón que permite sostener que el cannabis tiene “uso médico aceptado” y un potencial de abuso menor que en la Lista I y II. Ese es el corazón de la apuesta política que busca mover el debate hacia la salud e investigación. Eso sí, seguir dentro del CSA implica controles y no despeja, por sí solo, la contradicción entre mercados estatales y la prohibición federal.
Fuente: canamo.net
