Desde la legalización del uso adulto en 2018, Canadá ha recaudado más de 5.400 millones de dólares canadienses en impuestos vinculados al cannabis, según datos oficiales.
Sin embargo, el gasto en educación y prevención sobre esta sustancia está muy por debajo de lo prometido.
En los siete años transcurridos desde que entró en vigor la Ley del Cannabis, Canadá se ha convertido en un referente global en políticas de regulación. El modelo fiscal que acompaña a la legalización ha permitido al Gobierno federal y a las provincias recaudar más de 5.400 millones de dólares en impuestos específicos sobre el cannabis, de acuerdo con datos entregados al Parlamento por el diputado conservador Luc Berthold. Aproximadamente 1.200 millones de esta cifra han sido destinados al Gobierno federal, mientras que los 4.200 millones restantes fueron a las arcas provinciales y territoriales.
Ontario lidera en términos absolutos con 1.500 millones de dólares, seguida de Alberta, que supera los 1.000 millones pese a tener una población mucho menor. Si se analiza la recaudación per cápita, Alberta encabeza con unos 210 dólares por persona, seguida de los Territorios del Noroeste, Yukon, Saskatchewan y Terranova y Labrador. En cambio, Quebec presenta una de las cifras más bajas, con solo 55 dólares por habitante. Manitoba, al no adherir al marco federal de impuestos al cannabis, queda fuera de estas cifras.
No obstante, los ingresos federales están por debajo de lo proyectado inicialmente. En el presupuesto 2018-2019, el Gobierno de Ottawa estimó recaudar 690 millones en los primeros cinco años de legalización, pero al cierre del ejercicio 2022-2023 solo se habían acumulado 567 millones. Aunque algunas provincias superaron las expectativas, el nivel central ha recibido menos de lo esperado.
Fuente: canamo.net
