El uso de cannabis durante el embarazo podría afectar la forma en que se desarrolla el cerebro de un niño después del nacimiento, según un nuevo estudio.
Las imágenes cerebrales de niños expuestos al cannabis en el útero han revelado patrones consistentes con reducciones en la inflamación cerebral, informaron los investigadores el 4 de julio en la revista Nature Mental Health.
Una reducción excesiva de la inflamación en el cerebro de un niño podría interferir con la «poda», el proceso natural en el cual se eliminan las conexiones neuronales débiles o innecesarias a medida que los niños pasan de la primera infancia a la pubertad, dijeron los investigadores.
«Vemos evidencia de que la exposición al cannabis puede influir en el cerebro en desarrollo, consistente con asociaciones con la salud mental», dijo el investigador David Baranger, becario postdoctoral en la Universidad de Washington en St. Louis.
El equipo de investigación encontró anteriormente que la exposición prenatal al cannabis parece aumentar el riesgo posterior de problemas relacionados con la salud mental, el comportamiento y la función cerebral en los niños, según un informe de 2020 en JAMA Psychiatry.
Sin embargo, ese estudio anterior no pudo determinar si este mayor riesgo cerebral se debía únicamente a la exposición al cannabis, o si también estaba influenciado por la genética o el entorno, dijeron los investigadores.
Para obtener una imagen más clara, los investigadores continuaron analizando datos del ensayo clínico que formó la base de los hallazgos anteriores. El ensayo involucró a casi 12,000 niños en los Estados Unidos e incluyó imágenes cerebrales a las edades de 9-10 y 11-12.