Antes de hablar de un tema muy común en nuestra sociedad, Weedy Point recuerda a todos que, en pleno cumplimiento del último decreto y de acuerdo con las regulaciones, la actividad permanece abierta todos los días, las 24 horas del día.
Volviendo a nosotros, dadas las últimas críticas que algunos clientes han dejado sobre el tema, Weedy Point quiere hablar de un problema muy común (quién más, quién menos) que son los ataques de pánico.
Los ataques de pánico son más comunes de lo que se piensa. De hecho, son tan comunes que alrededor del 1,5% de la población mayor de 18 años puede experimentar un ataque de pánico. Además, quienes sufren ataques de pánico suelen padecer trastornos o enfermedades físicas concomitantes, que intensifican su ataque.
Si los ataques de pánico están relacionados con la ansiedad, o son causados por algún otro factor estresante, los ataques de pánico son reales, aterradores y emocionalmente debilitantes. En general, los médicos tenderán a tratar los ataques de pánico con terapias psicológicas, medicamentos o ambas cosas, pero investigaciones recientes han revelado una tercera opción. Los científicos están ahora de acuerdo en que el cannabis ligero con un alto porcentaje de cannabidiol CBD está demostrando ser un tratamiento eficaz para los ataques de pánico.
Hay que distinguir entre los ataques de pánico y los ataques de ansiedad, porque son muy diferentes. Los ataques de ansiedad se producen principalmente como reacción a un factor estresante; por ejemplo, una persona puede sentirse aprensiva o temerosa de una determinada situación. Los ataques de ansiedad son de corta duración, cuando el factor estresante se aleja, disminuye.
Los ataques de pánico, por otro lado, no están relacionados con un factor estresante. Un ataque de pánico es impredecible y puede ocurrir repentinamente. Durante un ataque de pánico, una persona puede sentir como si estuviera a punto de morir o perder el control completo de una situación. Esto llevará a una variedad de síntomas físicos, incluyendo dolor de pecho, mareos y náuseas.
Los principales síntomas son:
La aceleración de los latidos del corazón
Mareos
Dolor en el pecho
Escalofríos
Hormigueo en diferentes partes del cuerpo
Terror
Miedo a perder el control
Miedo a morir
Náuseas o dolor de estómago
Mientras que los ataques de pánico tienden a durar sólo un par de minutos, las consecuencias pueden llevar a la depresión y la impotencia. Los ataques de pánico recurrentes pueden provocar cambios significativos en el comportamiento que pueden durar varios meses. Las personas que suelen sufrir ataques de pánico se ven obligadas a acudir a la sala de urgencias más cercana, ya que este malestar suele percibirse como un ataque al corazón.
Si decide seguir la forma tradicional de tratar un ataque de pánico, es importante entender que los médicos tenderán a prescribir dos tipos de medicamentos:
Antidepresivos – Esta es generalmente la primera opción de los médicos. Si se toman regularmente, alteran las configuraciones de los neurotransmisores que a su vez ayudan a bloquear los síntomas.
Medicamentos contra la ansiedad (benzodiacepinas) – El uso de las benzodiacepinas para los ataques de pánico es un tema muy controvertido entre los investigadores. Por ejemplo, si bien la Asociación Psiquiátrica Americana encontró pruebas positivas de que las benzodiacepinas pueden utilizarse sobre la base del historial del paciente, el Instituto Nacional de Excelencia Clínica llegó a una conclusión diferente, al concluir que las benzodiacepinas no son eficaces a largo plazo para el trastorno de pánico. Según el Instituto Nacional de Excelencia Clínica, la benzodiacepina no debe utilizarse durante más de cuatro semanas.
- Por supuesto, hay alimentos que deben evitarse cuando se tratan estos problemas (especialmente con medicamentos).
- Cafeína – La cafeína es un estimulante que se sabe que desencadena diversas emociones, como nerviosismo, náuseas y sensación de ligereza.
- Azúcares artificiales y refinados – Aunque el azúcar se encuentra en prácticamente todo lo que comemos hoy en día, es importante ser conciente. Los estudios han demostrado que el azúcar crea cambios en el cuerpo que pueden aumentar los síntomas de ansiedad.
- Alcohol: aunque algunos lo consideran un analgésico, el alcohol es una toxina que provoca un funcionamiento físico y mental inadecuado, afectando a los niveles de serotonina en el cerebro.
También afecta al sistema nervioso y puede causar un aumento de la frecuencia cardíaca.
Grasas hidrogenadas- es uno de los peores alimentos para su salud. Desafortunadamente, también es uno de los más sabrosos. Los estudios han descubierto que la grasa hidrogenada, que se encuentra en alimentos como las patatas fritas y los dulces, puede aumentar el riesgo de depresión. Además, puede conducir a síntomas más ansiosos.
Hasta ahora, se sabe que la CBD puede tener un efecto calmante y tranquilizador en el cuerpo humano, demostrando que proporciona alivio a quienes sufren ataques de pánico. Esto ocurre cuando la anandamida en nuestro cuerpo reacciona con el CBD del cannabis. Además, estudios recientes muestran que el CBD también tiene un efecto milagroso en los ataques de pánico.
En 2015, un estudio realizado por Esther M. Blessing, Maria M. Steenkamp, Jorge Manzanares, Charles R. Marmar (Neurotherapeutics, 2015 Oct. 12 (4): 825-836) llegaron a la conclusión de que el CBD puede utilizarse como tratamiento para el trastorno de ansiedad, los ataques de pánico, el trastorno de ansiedad social, el trastorno obsesivo-compulsivo y el trastorno de estrés postraumático cuando se administra diariamente.
Otros estudios han encontrado una conexión indirecta con los ataques de pánico a través de las investigaciones sobre la ansiedad. En un pequeño estudio de 40 personas, se demostró que el CBD reduce la ansiedad en personas que se encuentran en situaciones estresantes.
En 2011, se encontró que el tratamiento con CBD redujo significativamente la ansiedad, los desórdenes cognitivos y el malestar en el desempeño del lenguaje, y disminuyó significativamente la alerta en su habla anticipada, ayudándolos a enfrentar la ansiedad y los ataques de pánico.