Los Obispos de México publicaron un comunicado este 22 de noviembre, exponiendo sus preocupaciones por la posible aprobación del dictamen que ahora pasará a la Cámara de Diputados para su análisis, que legalizaría el uso recreativo y la comercialización del cannabis, del cáñamo y de sus derivados en el país.
Los profesionales de la salud y numerosas personas que han sido consumidores, – escriben los prelados – atestiguan que su uso, en cualquier cantidad y presentación, reduce significativamente el dominio sobre las propias acciones, y ponen al consumidor en situación de riesgo grave para sí y para otros.
Según los obispos mexicanos la iniciativa aprobada «no atiende los daños a la salud surgidos por el consumo cada vez mayor de la marihuana, no atiende los efectos en las familias por los jóvenes que consumen drogas, tampoco contribuye a inhibir y reducir la exposición a sustancias estupefacientes”.
Afirman que se abandona una política de promoción y protección de la salud por satisfacer los intereses de unos pocos, y ven en ello “una señal de una política de estado que ignora al débil y descarta a quienes deberían ser más tutelados”.
La legalización de un estupefaciente, sea este u otro, – continúan – significa voltear la vista e ignorar las necesidades reales de la sociedad, y más aún en el contexto actual de la pandemia de COVID-19, la crisis económica y la crisis de inseguridad.
De ahí que exhorten a los mexicanos a tomar “una postura responsable ante las consecuencias que abre esta posible legalización”.
A los jóvenes y adolescentes, en particular, los exhortan a “no dejarse llevar por la permisividad levantada por estas normas que permiten narcotizar a la ciudadanía”.
A la vez que invitan a todas las personas a informarse acerca de las consecuencias que el consumo de cannabis causa en la salud, exhortan también a los responsables de la educación y de la salud, así como a las diversas áreas de apostolado eclesial, a que propongan “campañas de información acerca de las adicciones y de las consecuencias de los narcóticos y otras sustancias en la salud”, de modo de favorecer la conciencia y la acción responsable.
Por último, en calidad de ciudadanos, exhortan a los diputados del Congreso de la Unión a que se realice un análisis integral que modifique la iniciativa de modo que se privilegie la salud y la seguridad públicas, y se atienda al bienestar de los ciudadanos y de las familias que se ven afectados por estas y otras sustancias.