Debido al calor imperante en el sureste de Portugal, una treintena de operarios agrícolas trabajan sólo por la mañana en la cosecha de flores de cannabis con fines terapéuticos, un sector emergente en el país.
«Ningún otro país en Europa cuenta con mejores condiciones medioambientales que nosotros. Deberíamos ser el nuevo Eldorado de la producción de cannabis medicinal», afirma José Martins, agrónomo responsable de esta plantación al aire libre de 5,4 hectáreas, situada en el municipio de Serpa.
En medio de tranquilas colinas salpicadas de olivos y alcornoques, pero rodeada de altas vallas de alambre de púas y vigilada por cámaras infrarrojas, el sitio produce unas 30 toneladas de cogollos de cannabis al año, con costos energéticos inferiores a los de los cultivos en invernadero.
La explotación pertenece a la empresa farmacéutica portuguesa FAI Therapeutics, creada en 2022 por el grupo Iberfar para incursionar en la producción de cannabis medicinal y seguir los pasos de compañías extranjeras ya instaladas en Portugal debido a su clima y legislación favorables.
«Portugal está claramente a la vanguardia en Europa entre los países productores de cannabis para uso medicinal», asegura a la AFP José Tempero, director médico de la multinacional canadiense Tilray, que se instaló en 2019 en Cantanhede (centro).