Estados Unidos se encuentra al borde de una reforma histórica en su política de drogas, con la Administración de Control de Drogas (DEA) preparándose para modificar la clasificación de la marihuana en la lista federal de sustancias controladas.
La propuesta, que aún debe ser revisada por la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca, reconocería los usos médicos del cannabis y reconocería que tiene menos potencial de abuso que algunas de las drogas más peligrosas del país. Sin embargo, no legalizaría completamente la marihuana para uso recreativo.
Según informaciones reveladas por Telemundo y corroboradas por NBC News, esta agencia planea trasladar la marihuana de una sustancia de Lista I, categoría que incluye drogas consideradas sin uso médico aceptado y con un alto potencial de abuso, a una de Lista III, donde se encuentran fármacos como Tylenol con codeína, esteroides y testosterona, que poseen un menor potencial de abuso.
Este cambio, que se produce tras más de 50 años de la promulgación de la Ley de Sustancias Controladas, se espera tenga un profundo impacto en la industria del cannabis y en el acceso a tratamientos médicos basados en esta planta.
Según Telemundo, el reposicionamiento permitirá un mayor alcance para la investigación y el desarrollo de medicamentos a base de cannabis, además de facilitar a las compañías farmacéuticas la participación en su distribución en aquellos estados donde su uso medicinal es legal.