Los neozelandeses votaron a favor de la legalización de la eutanasia, según resultados preliminares del referéndum publicados el viernes, pero otra votación sobre la autorización del cannabis para uso recreativo se inclinaba hacia el no.
Los dos referéndums se celebraron el 17 de octubre, al margen de las elecciones generales en las que salió reelegida la primera ministra Jacinda Ardern por una abrumadora mayoría.
Las primeras cifras muestran que el 65,2% de los votantes apoya la eutanasia, mientras que el 53,1% de ellos se opone a la legalización de la marihuana.
Estos datos no incluyen los votos especiales, que engloban las papeletas del extranjero y que representan casi el 20% del electorado y podrían cambiar la tendencia de la votación sobre el cannabis.
Los resultados finales se publicarán el próximo viernes pero no se espera un cambio en el apoyo a la legalización de la eutanasia.
El resultado de la votación sobre la eutanasia será vinculante, mientras que el del cannabis no.
La legislación que permite la muerte médicamente asistida fue validada en el Parlamento el año pasado, pero se ha retrasado su aplicación hasta que la opinión pública diera su opinión a través de un referéndum.
En virtud de esta ley, un adulto mentalmente sano que padezca una enfermedad incurable capaz de causar su muerte en un plazo de seis meses y cuyo sufrimiento sea «insoportable» puede solicitar una dosis letal de un fármaco.
La solicitud debe estar firmada por el médico del paciente y un doctor independiente y hay que consultar con un psiquiatra si existe alguna duda sobre la capacidad de la persona para tomar esta decisión.
El ministro de Justicia, Andrew Little, declaró que la ley entrará en vigor en noviembre de 2021.
La primera ministra, de 40 años, respalda la ley y dijo que aceptó a regañadientes un referéndum el año pasado porque era la única forma de hacer avanzar la legislación.
No fue tan clara en su opinión sobre el cannabis para consumo recreativo, aunque reconoció haber fumado marihuana «hace mucho tiempo».
Los asesores de Ardern confirmaron el viernes que votó sí en ambos referéndums.
Dos preguntas para la ciudadanía
El pasado 17 de octubre, Nueva Zelanda celebró elecciones generales, que le devolvieron la victoria a Ardern, quien apoyó ambos referendos. En las papeletas había dos preguntas para la ciudadanía. Una, en cuanto la legalización de la eutanasia y la segunda, sobre la legalización del cannabis para uso recreativo. Pero esta última no tuvo éxito, según los resultados preliminares.
Su posible fracaso ha sido criticado por algunos sectores: «Legal o no, la gente va a hacerlo, así que ¿por qué no hacerlo legar?». Quedan todavía por contar los votos procedentes del extranjero, que no cambiarán los resultados sobre la eutanasia pero que podrían mover la balanza sobre la legalización de la marihuana, pudiendo convertirse en el tercer país en legalizar el uso y la venta de cannabis para adultos, después de Canadá y Uruguay. Una opción que fue apoyada por la primera ministra neozelandesa en 2017, con el propósito de ganarse el apoyo de los votantes más jóvenes y lograr formar un Gobierno de coalición.
Será el 6 de noviembre cuando se conozcan definitivamente los resultados de ambos referendos, según precisó el ministro de Justicia, Andrew Little. Pero con más del 65,2 % de los votantes a favor de la eutanasia como opción, se prevé que Nueva Zelanda se convierta en el séptimo país del mundo que permite la muerte voluntaria asistida.
Nueva Zelanda marca un precedente al consultar las medidas en voto popular
Si bien la eutanasia es legal en otras naciones, siendo Países Bajos el primer estado en aprobarla en 2002 -y donde la eutanasia es legal para niños mayores de 12 años con el consentimiento de sus padres y sin el consentimiento, aunque con su participación en la decisión final para los adolescentes entre 16 y 17 años-, Nueva Zelanda marca historia al ser el primer país en dar validez a esta práctica través de un referendo y se suma a la lista de países donde ya es legal como Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Colombia y el estado australiano de Victoria.
Hay también otros territorios que no admiten la eutanasia activa pero sí el suicidio médicamente asistido -cuando el médico facilita al enfermo las drogas necesarias para acabar con su vida, pero es el propio enfermo el que las ingiere-, como son Suiza, Alemania y varios estados de Estados Unidos.
Un revés para la legalización del cannabis
En cuanto a la legalización del cannabis, los primeros resultados arrojaron un 53,1% de votos en contra. «Son buenas noticias para la gente joven que no será incluida en un experimento social, podemos dejár eso a los estadounidenses y los canadienses», dijo a la prensa Bob McCoskrie, de la campaña ‘Say Nope to Dope’ (Di no a la droga).
La propuesta buscaba que las personas de al menos 20 años pudieran comprar un máximo de 14 gramos de marihuana al día en establecimientos autorizados o cultivar hasta dos plantas o un máximo de cuatro por vivienda compartida con otro adulto. «En realidad estoy bastante sorprendido de que en la era progresiva en la que estamos, no haya pasado», aseguró un ciudadano que votó a favor.
Durante los últimos años, el apoyo a la eutanasia marcaba entre el 60 y el 70% en las encuestas, con un fuerte apoyo del espectro político más progresista, pero también entre la oposición.