Una empresa spin-off de la Universiadad Pompeu Fabrá (Barcelona) creará un medicamento que permitirá utilizar el cannabis medicinal para tratar el dolor crónico y la propia adicción al cannabis.
El nuevo fármaco permitirá que el cannabis desarrolle sus propiedades analgésicas, pero sin los efectos cognitivos asociados a su principal componente psicoactivo, el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC).
La empresa nace con el apoyo de la UPF en el marco de su apuesta por la transferencia de conocimiento y tecnología a la sociedad mediante la oficina Unidad de Innovación-UPF Business Shuttle.
Los socios de la nueva empresa, Disrupt Therapeutics (DisrupTx) son Rafael Maldonado, catedrático de Farmacología y director del Laboratorio de Neurofarmacología-Neurophar, David Andreu, catedrático de Química y jefe del Grupo de Investigación en Proteómica y Química de Proteínas y Patrick Tresserras, emprendedor y CEO de la compañía.
Cannabis sin efectos sobre la mente
El equipo de investigadores y ahora empresarios ha desarrollado unos compuestos que permiten disociar los efectos terapéuticos de los secundarios no deseados sobre la percepción y la mente.
Estos compuestos son péptidos diseñados, sintetizados y patentados por DisrupTx que pueden modificar los procesos de activación del sistema cannabinoide con THC.
El péptido elegido para ser desarrollado como fármaco es el DRT-017 y podrá ser utilizado para prevenir el deterioro cognitivo asociado al uso medicinal del cannabis y de medicamentos a base de cannabinoides en pacientes con dolor crónico, así como para combatir el trastorno por consumo de cannabis.
El THC produce analgesia mediante su unión a los receptores cannabinoides de tipo 1 (CB1), pero estos también se unen al receptor de serotonina 5HT2A, lo que causa alteraciones cognitivas y de memoria.
El equipo de la UPF ha descubierto cómo separar la acción sobre ambos receptores, de forma que el THC pueda activar CB1 y disminuir el dolor sin afectar al receptor de serotonina ni alterar la memoria.
Fuente: cuerpomente.com