En Colombia, la industria del cannabis medicinal se encuentra regulada mediante la ley 1787 de 2016. Gracias a esta, el país avanza como uno de los principales productores y exportadores de materias primas para fines científicos y farmacéuticos.
Sin embargo, la nación estaría próxima a presenciar un segundo hito económico en este asunto, pues la eventual aprobación de un proyecto de ley permitiría que el cannabis también sea aprovechado para aportar a negocios como el de los combustibles, los textiles y la construcción.
Lo anterior es lo que buscan Nicolás Ordúz y Daniel Villate, dos estudiantes universitarios de Bogotá (el primero de la facultad de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Nacional y el segundo de la facultad de Economía de la Universidad de Los Andes), con el proyecto de ley que diseñaron, el cual ya fue radicado en el Congreso con la ayuda del representante a la Cámara Carlos Eduardo Acosta (de Colombia Justa Libres).
Con esta propuesta, aspiran a que en Colombia se regule el cultivo, la transformación, la producción y demás actividades relacionadas al uso industrial del cáñamo, una cepa del cannabis que no tiene efectos psicoactivos (su contenido de THC es inferior al 1 %). Mediante este aval, aseguran, la economía del país podría dinamizarse, pues de la materia prima obtenida a partir de esta planta se pueden elaborar más de 1.000 productos, dejando amplios márgenes de ganancia – sembrar una hectárea puede costar US$600 ($2′300.000)y de allí sacar de ocho a diez toneladas de fibra, cada una se paga en US$480 ($1′860.000) en el mercados internacionales -, que incluso la convierten en una candidata idónea para el Plan Nacional de Sustitución de Cultivos Ilícitos. En suma, el país se estaría preparando para una gran ‘ola verde’.