México 5 abril._ El dolor por la artrosis en la cadera llevó a Any a buscar en la planta de cannabis la calma que necesitaba y a sus hijos Agustín y Pilar, a una aventura.
Él médico, ella ingeniera química, primero quisieron saber exactamente qué tenía el aceite que a su madre le daba un cultivador solidario.
Así nació el que terminó siendo el primer laboratorio de control de calidad y certificación exclusivamente de cannabis de la historia del país. Pilar Díaz y su hermano lo pensaron en 2019 y finalmente lo inauguraron días atrás en Mar del Plata.
Lo que nació como una idea hija de la necesidad se convirtió en un proyecto pionero que se anticipa al desarrollo exponencial de esta nueva industria en Argentina, donde ya hay una decena de proyectos de cultivo y desarrollo de la planta para los usos medicinal e industrial.
Tecnología de punta
Y a esos clientes apunta la idea de Díaz, bautizada como Hemp Lab y nacida gracias a una inversión de 1.300.000 millón de dólares, especialmente en equipamiento con tecnología de punta traído de Japón: cuatro máquinas Shimadzu fabricadas especialmente para el análisis de materia vegetal y aceite de cannabis.
“Entendí que podía hacer un gran aporte para la industria democratizando el acceso al análisis de alta tecnología para acompañar a mejorar los procesos de cultivadores y productores de manera directa”, comentó Díaz.
Díaz y su equipo, siete personas incluido el personal administrativo, comenzaron con trabajos en acuerdo con el Conicet, empresa de genética de semillas y productores del sur bonaerense como la agrupación Plantar Ciencia, de La Plata.