Tan solo en 2019 la suma de importaciones y exportaciones entre Estados Unidos y México fue de 614 mil 500 millones de dólares y en noviembre de este año, nuestro socio del norte celebrará elecciones presidenciales. El resultado de estos comicios impacta directamente en nuestra economía y otros temas, como ejemplo está la legalización del cannabis que no se ve favorecido.
Actualmente 33 estados permiten el consumo con fines terapéuticos y solo 12 permiten el uso recreativo, el cáñamo, es decir cannabis con menos de 1% de THC es legal en todo el país. El mercado estadounidense del cannabis alcanzó un valor de 13 mil 600 millones de dólares durante 2019; en México pronto se publicarán las reglas para el uso farmacéutico y ya se discute en el senado un proyecto de legalización a nivel federal, estas herramientas permitirán, entre otras cosas, la importación y exportación de productos derivados del cannabis.
En las elecciones de noviembre ocho estados más de la Unión Americana votarán por la legalización del cannabis, Arizona, Montana, Nueva Jersey y Dakota del sur decidirán sobre cannabis de uso recreativo mientras Idaho, Mississippi, Nebraska y Dakota del Sur votarán por el cannabis medicinal.
Pese a que la legalización ha favorecido a nivel local a los candidatos demócratas (siempre que están en la boleta junto al cannabis, los demócratas ganan) y a que el 61% de los estadounidenses están a favor de la legalización del cannabis a nivel federal, sin embargo esto no se refleja en las políticas presentadas por los principales candidatos.
Por un lado, Donald Trump ha sido muy vago en declaraciones sobre su postura con el cannabis, pero su administración en la Casa Blanca ha dejado claro que no busca la legalización, incluso crearon una oficina llamada Comité de Coordinación de Políticas de Mariguana, que según medios estadounidenses, se dedica a reunir información negativa sobre el cannabis.