Ciudad de México 1 noviembre._ Un artículo en la revista científica The Lancet Psychiatry (marzo 2019) confirma la evidencia ya conocida del efecto nocivo de esta sustancia sobre la salud mental.
Este estudio se realizó en poblaciones de distintas ciudades europeas y de Brasil. Y comprobó que quienes la consumieron a diario tuvieron tres veces más riesgo de sufrir un trastorno psicótico respecto de aquellos que nunca la habían consumido.
Incluso, el riesgo se incrementaba más aún si se usaba marihuana con una concentración de THC (tetrahidrocanabidol) mayor al 10 %. En otras palabras, resultó muy importante el tipo de marihuana que circulaba o se consumía según las distintas ciudades evaluadas.
Cuidar el consumo
Se estimó, como ejemplo, que si la marihuana de alta potencia no estuviera disponible, la incidencia de psicosis en Amsterdam bajaría de 38 a 19 casos por cada 100.000 habitantes al año, o en Londres habría un descenso de 46 a 32 casos por 100.000 habitantes al año. Es decir, importa la geografía y el tipo de droga que se consume.
Esta investigación se suma a otras que vinculan el consumo de marihuana con un mayor riesgo de sufrir trastornos psiquiátricos (esquizofrenia, depresión, ansiedad, pánico) dependiendo de la cantidad que se consume, la edad de consumo inicial y la vulnerabilidad genética de la persona.
Este último punto resulta de importancia ya que en general nadie conoce su constitución genética a priori.
Solo como mención de algunos datos recientes, se ha descubierto que las personas que consumen marihuana y poseen una variante específica del gen AKT1 (que codifica una enzima que afecta las señales de dopamina en el estriado) tienen un riesgo mayor de sufrir psicosis de igual manera que aquellos que tienen también una variante específica del gen COMT.
El THC antes mencionado altera el funcionamiento del hipocampo y la corteza orbitofrontal que son regiones del cerebro que permiten que una persona genere recuerdos nuevos y focalice su atención.