El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha estimado parcialmente el recurso de suplicación presentado por un interno del centro penitenciario de Herrera de la Mancha, revocando así la decisión que en primera instancia avaló la extinción de su relación laboral con el Organismo Autónomo de Trabajo y Prestaciones Penitenciarias.
El hombre, interno en el centro penitenciario de Herrera de la Mancha, fue contratado el 7 de junio de 2023 como operario en el taller de actividades auxiliares, concretamente en la biblioteca central del establecimiento. Su vinculación se formalizó mediante un contrato laboral especial penitenciario de carácter temporal y a tiempo parcial, con una jornada fijada de lunes a viernes, entre las 9:15 y las 12:55 horas, y una tarde alterna de trabajo semanal. Por este puesto, percibía una remuneración de 3,24 euros por hora trabajada.
Apenas un mes después del inicio de su actividad, el 19 de julio de 2023, fue sometido a una prueba de detección de drogas —un test homologado realizado en presencia de personal penitenciario y sanitario— que arrojó un resultado positivo en THC, el principal componente psicoactivo del cannabis. A raíz de este resultado, el director del centro ordenó la extinción de la relación laboral al día siguiente, el 20 de julio, alegando razones de disciplina y seguridad penitenciaria, conforme a lo previsto en el artículo 10.2.e) del Real Decreto 782/2001, que regula este régimen laboral.